"Este restaurante está ubicado junto a la carretera que lleva al yacimiento arqueológico de los Tenores, a pocos kilómetros de él. Cuando íbamos a empezar la visita al sitio, alguien de la zona nos dijo que como era sábado debíamos reservar si queríamos comer allí porque podía llenarse, como así fue. Intentamos llamar, pero no teníamos cobertura; al parecer solo ofrecen cobertura las compañías de móvil en esa área y nosotros tenemos otra compañía, así que volvimos con el coche para reservar nuestra comida en este restaurante. Si visitas Tenores, esta es la opción más cercana para comer. En el menú se ofrece cocina tradicional castellana, con especial presencia de carnes. Los platos que ofrecen tienen muy buen sabor, una cantidad suficiente y un precio aceptable. Nos trataron con amabilidad y rapidez, casi no tuvimos que esperar desde que pedimos los platos hasta que nos los sirvieron. Pedimos que empezaran con torreznos, uno por persona, que estaban muy buenos. Luego una ensalada de tomate y un bacalao para compartir; el tomate debía estar cerca porque estaba muy fresco. Como platos principales pedimos solamente callos, chuletillas de cordero y magret de pato, todos muy bien hechos. De postre pedimos una tarta de queso, que estaba espectacularmente buena, aunque era bastante contundente si ya estás satisfecho de comer. Para beber agua, nos cobraron cuatro euros."
