"En cuanto a la experiencia gastronómica, decidimos no mirar la carta y dejarnos asesorar por Ana. No tienen menú de degustación, pero se siente como si lo tuvieran. A la vista de las críticas y el consejo de algunos amigos, nos dejamos llevar por ella y fue un éxito. De lo que probamos, destacaría el carpaccio de gamba roja, la focaccia de anchoa con queso y el arroz de gambón con pescado del día, que en nuestro caso fue gallineta, ¡el punto del arroz, un 10!
De postres, probamos de todo. Nos quedamos con la espinita de no haber podido probar la famosa torrija, ya que nos explicaron que no les fue posible tenerla a tiempo para el servicio. Del resto, destacar las milhojas de turrón y el capuchino con bizcocho de cerveza negra.
También quiero resaltar, como mencioné antes, el trato de adaptar la comida para nuestra pequeña; nos ofrecieron incluso hacerle un huevo frito si era necesario, pero elegimos una pluma con patatas que estaba tiernísima y a ella le encantó. Además, Ana, que es un encanto, le invitó al helado que pidió de postre como regalo por haber comido todo.
En definitiva, creo que la relación calidad-precio es insuperable en la ciudad. La propuesta gastronómica es buena y la atención cercana, como si estuvieras comiendo en casa de unos amigos, lo hace aún mejor. Muchas gracias, ¡y volveremos antes de que termine 2023, esperamos!"
