"Fuimos a cenar el sábado por la noche y tenían el restaurante lleno, pero nos hicieron el favor de cenar en el bar y menos mal, porque en el pueblo no había otro lugar para cenar y fuimos con una niña de 2 años. Cuando obtuvimos la carta parecía curioso que los precios no lo fueran, pero luego lo encuentro muy barato, tomamos 2 refrescos, 2 sándwiches (de palma y medio) y un plato de pechuga en el plato con fichas para la chica y nos cobraron 18 €. La comida era muy buena, había mucho ruido de la gente bebiendo bebidas, pero no nos quejamos porque podríamos cenar."