"El restaurante es valorado, pero el albergue es un desastre: a las 5:30 p.m. comenzaron a mover muebles, arrastrar sillas y golpear las paredes. A las 9:00 p.m., todavía había ruido. A las 04:30, 4 caballeros han llegado a la siguiente habitación: otra ronda de golpes/drones por media hora. Han estado hablando/reír/relatar a vídeos hasta las 07:00. A las 09:00 me levanté, me regalé... etc, y golpearon la pared violentamente: mi ruido les molestaba. Es repugnante pagar por esta experiencia."