"Este restaurante tiene algo mágico, no solo la comida es extraordinaria, también el lugar en sí. La pareja que lo administra es encantadora. Rosalía, la camarera, es atenta y amable, al igual que su esposo que es el chef. Tuvimos el placer de conversar con ellos al final de la cena y estoy muy contento de que un lugar como este no haya tenido que cerrar durante la pandemia. Lo recomendaría sin dudarlo."